1. Características de los países en vías de desarrollo o emergentes
A. Económicas
Baja renta per cápita (por habitante)
Dependencia del sector primario y de la ayuda exterior
Elevada endeudamiento con los países desarrollados
Tecnología obsoleta y escasez de bienes de capital necesarios para producir
Recursos naturales infrautilizados (no disponen de la tecnología para extraer recursos).
Altas tasas de desempleo y salarios muy bajos (productividad muy baja)
Altas tasas de inflación (inestabilidad de precios)
Elevados déficits públicos (gasto público mayor que ingreso público)
Instituciones políticas ineficientes y corruptas.
B. Sociales y demográficas
Fuertes desigualdades sociales y de renta: la gran mayoría vive en condiciones de pobreza.
Capital humano limitado: educación, formación laboral, cultura…
Fuerte crecimiento de la población
Escasez de recursos públicos para garantizar un nivel mínimo de bienestar: educación, sanidad…
2. Oportunidades de los países en vías de desarrollo (PVD) para crecer y progresar
Concesión de préstamos en condiciones favorables: intereses bajos y períodos de devolución mayores.
Asistencia técnica para desarrollar proyectos agrícolas e industriales.
Cesión directa de tecnología
Apoyar proyectos relacionados con educación, sanidad e infraestructuras.
Microcréditos para realizar miles de pequeños proyectos emprendedores.
Comercio justo: eliminar aranceles sobre las exportaciones de estos países.
Apoyar gobiernos estables.
3. Modelos de desarrollo Los países que no participaron en la industrialización se vieron retrasados con el resto del mundo. De hecho, excepto por lo últimos 300 años, Asia fue el continente donde se concentraba la mayoría de la riqueza. Pero si queremos entender como estos países están tratando (y en algunos casos consiguiendo) de desarrollarse, es interesante entender las diferencias entre el sudeste asiático, América Latina y África.
A. El sudeste asiático Desde 1970 países como China, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong o Taiwan han conseguido un desarrollo sin precedentes. De hecho, su crecimiento en conjunto es de tres veces el de los países más ricos. No es que ahora estos países estén más desarrollados que Estados Unidos o Europa Occidental, pero no cabe duda que se han reducido mucho las diferencias. ¿Y cómo lo han conseguido?
La elevada tasa de ahorro de estos países ha permitido incrementar su capital físico y con ello su productividad.
La excelente educación primaria y secundaria les ha permitido grandes mejoras en capital humano.
B. América Latina Alrededor del año 1900, América Latina no se consideraba ni mucho menos una zona pobre. Tenían una gran cantidad de recursos naturales, como minerales, además de gran cantidad de tierras cultivables. De hecho, países como Argentina eran a menudo destino de muchos europeos que emigraban buscaban una vida mejor. Pero desde 1920 el crecimiento en América se estancó. ¿Por qué?
Bajas tasas de ahorro de estos países han reducido la inversión.
Malas decisiones políticas llevaron a elevadas tasas de inflación, lo que hace que ahorrar sea muy poco interesante.
Hoy en día, algunos países como Panamá están teniendo altas tasas de crecimiento, como también las tuvo Chile años anteriores. Sin embargo, todavía queda mucho camino para acortar diferencias de la manera que la ha hecho el sudeste asiático.
C. África El África subsahariana está formada por 49 países y unos 1000 millones de habitantes. En estos países viven la mitad de las personas más pobres del mundo. Está situación está lejos de desaparecer ahora mismo, y la pobreza persiste durante décadas. ¿Por qué?
Gran cantidad de conflictos, dejando tras de sí a millones de muertos, hace imposible que se produzca ningún tipo de inversión.
Situación geográfica complicada. La mayor parte de la áfrica subsahariana carece de costa, y el calor y la gran cantidad de enfermedades tampoco ayuda. Por ello, es imprescindible desarrollar un buen sistema sanitario.
Esto no quiere decir que no haya esperanza para África, pero no cabe duda de que quedar un largo camino por recorrer.